POR EL BIEN DE LA PATRIA HAY QUE PRODUCIR MÁS!

Guadalajara90210, Ciudad de México, 2022



Producir más caña de azúcar, algodón y tabaco.
Más herramientas, petróleo y textiles.
Incluso más chicles.
Amapola, también.

Hay que trabajar en el surco, en las fábricas: explotar, producir, extraer, importar y exportar Trenecito que volando vas con velocidad para la ciudad... hacia las industrias, hacia Estados Unidos y de regreso.

El artista Josué Mejía presenta una exposición con diversas viñetas, donde se exploran las narrativas que México asume para formar parte de la Segunda Guerra Mundial. La noción de industrialización permea durante este periodo, para darle infraestructura y crecimiento económico a un Estado-Nación que buscaba, desde la producción, sumarse en magno evento bélico. La Nacional Financiera daba créditos a diversas industrias para impulsar la producción y México, se volvería, entonces, un stock para la guerra; exportaría a Estados Unidos diversas materias primas y mercancías con valor de cambio.

Preguntarse sobre la participación de México en la guerra es preguntarse por el lugar que ocupa la industria y las imágenes que se crean a través de ella. Es preguntarse, quizás, por el presidente ¿qué estaba soñando el presidente Ávila Camacho? ¿Qué decía, qué le gustaba, qué deseaba? Con certeza, se sabe que al presidente Ávila Camacho le gustaba el cine, en específico Dumbo, cine animado producido por Walt Disney que venía de Estados Unidos. Quizás mientras el presidente veía Dumbo en su gran sala de cine, pensaba que sería buena idea que México dejara de ser sólo productor para la guerra, quizás era momento de tener un papel más activo en esta historia mundial. Altamente probable, se inspiró en Dumbo para mandar un escuadrón aéreo el 8 de mayo de 1944, destinado al frente del Pacífico para combatir a las fuerzas japonesas.

¡Por el bien de la patria hay que producir más! decía el presidente Ávila Camacho. Producir más cine, que con el apoyo e intercambio del gobierno estadounidense, la industria cinematográfica nacional crecería exponencialmente para presentar y reiterar los valores de un temprano capitalismo en México y ser difundidos a lo largo del territorio nacional. Trenecito, cuando se oye tu silbato en la estación todo el mundo espera lleno de emoción no sólo mercancías sino diversas cintas didácticas, que enseñan qué es lo mexicano y recuerdan ¡qué bien se vive en América!

Carolina Díaz


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